III Vuelta a la Jarosa - 14 mayo 2011

Mira que me gusta la Naturaleza, pero nunca me había imaginado corriendo por ella en una carrera de montaña. Me apunté cuando quedaban unas 3 semanas para la misma, animada por Miguel y los compis Caprus ya que si lográbamos llegar a 12 nos daban una paletilla.

Llegada a la Jarosa, ¡¡llovía a mares!! Y yo sin chubasquero, ni gorra... Nada más salir del coche vi una hermosa vaca, y pude percibir el sabor a verde por todos los sitios. Así que una vez allí, más feliz que una perdiz.

Una vez recogido el dorsal bajo la lluvia me encontré a Miguel y familia, a Belén y a Pedro, a las Gacelas David y Gonzalo, a mi otro compi David Caprus y compañía, a Carlos con una sonrisa de oreja a oreja, la que no se le baja nunca... Estuve también echando un vistazo para ver si veía a Yolanda "Pingüina Veloz", pero no di con ella...

Mi pretensión para esta carrera no era ir a saco para hacer marca ni mucho menos, si no para probarme en ella, para descubrir nuevas sensaciones, enfrentarme a las cuestas y al terreno de montaña para ir superando el temor de correr por ella...

La Carrera

Km 1 ->  Llanito pero con mucho bache. Llovía, muchos corredores en la salida y tenías que ir esquivando gente, charcos... El barro no era muy resbaladizo, se corría bastante bien. Salí tranquila, bastante reservada.

Km 2 -&->(Aproximadamente)  Comenzamos a subir por un camino entre piedras, agua... La subida no era muy pronunciada se llevaba bien, aunque según se la tome cada uno-a. Continué intentando pasármelo "pipa", aunque los cuádriceps ya empezaban a entrar en calor... Aquí pongo un video del km 2.1

Km 3, 4 y 5: Seguimos subiendo, el camino cada vez era más estrecho. La subida no eran tan pronunciada como esperaba (creía que las cuestas serían como las de Somosierra...). A pasitos cortos hasta el km 5 es posible si estás entrenado hacerlos corriendo. Yo me lo tomé con calma y cuando me picaban los cuádriceps me paraba a andar, aunque tampoco me lo tomé como un paseo... Pongo unas fotillos.

Del km 5 aprox. hasta la llegada, el km 10.300, cuesta abajo y con algún que otro llano. En la bajada me tiré, aunque no eran demasiado empinadas y no tenían piedras con las que te pudieras tropezar o resbalar..., así que no había mucho riesgo de caía si pisabas bien y corrías de manera controlada (aunque nunca se sabe...) Eso si, había muchos charcos por los que tenías que pasar si o si jajaj, pero si te gusta esto, es una de las chispas de la carrera. Lo peor fue la gente que se pone en medio del camino y si vas rápido, tienes que frenar para no llevártelo por delante...

Entré a meta en 54.24, (que no se cómo tomaron el tiempo porque no había chip). De ritmo medio 5'.17", así que muy contenta sobretodo por las buenas sensaciones y porque no se me ha hecho tan dura como esperaba. 

Si con esta carrera pretendían los organizadores que los loc@s del asfalto nos demos cuenta de lo bonito que es correr por el monte (como he leído en la página de castillocd.com, conmigo lo han conseguido) Las carreras de 10 km por asfalto a las que he ido, sí que se me han hecho duras, pesadas... y en esta en cambio me he divertido bajando a toa pastilla, subiendo por las piedras del monte a mi ritmo rodeada del silencio de la Naturaleza y de paisajes espectaculares...

Gracias a Miguel y a Belén que me han animado a probar este terreno, ahora tengo mono y me veo más valiente, con ganas para proponerme de vez en cuando, hacer algo por montañaa pero no para competir de momento, si no para tomármelas como un desafío personal y correr rodeada de belleza.

Ahh y felicitar a Belenis que la mákina quedó tercera senior y 4ª de la general. También a tod@s los valientes que estuvimos allí, que me he enterado de que nadie se rajó. ¡¡Es que lloviendo, todo está más bonito!!

La organización de lujo, aunque había muchos corredore-as. Yo la haría con 100-200 participantes...

... cual es el extraño influjo que ejercen sobre mi alma lso caminos de montaña... ¿Qué es lo que me hace volver una y otra vez a los mismos senderos para descubrir en ellos encantos desconocidos y nuevos placeres a los sentidos?

Lo que me hace sentirme mejor en la montaña, es su silencio, los leves sonidos del silencio, el manso murmullo de la brisa en los pinares, el apagado chirriar de sus insectos, los graznidos escondidos de algún cuervo basurero, el triscar de las ardijjas rojas y el tris tras de mis zapatillas...(Toni Lastra, corredor de caminos. La Columna de Andrópolis II)