Me siento más que bien cuando recuerdo mis inicios en esto del correr...
Vivía en un noveno, en una torre alta con el tejado negro enfrente del parque El Paraíso de San Blas. Mi vecino Fierrus, que vivía en el 11, amigo de mi hermano, venía prácticamente todos los días a casa a dejar las llaves, porque iba a correr por éste. En una de estas veces, me animé a ir con él y ¡ahí empezó a surgir todo!
Desde ese momento y hasta los 21 años aproximadamente, mis salidas por este parque eran de entre 5 y 6 días a la semana.
A partir de los 21 me eché noviete y lo fui dejando, aunque allá donde iba, siempre llevaba las zapatillas conmigo por si se presentaba algún camino apetecible..., pero empecé a ser más inconstante...
Hace como dos años, me planteé de nuevo correr. Cuando lo he dejado mucho tiempo, lo he echado mogollón de menos... Y qué mejor manera para hacerlo que tirarme a la piscina y comenzar a hacer entrenamientos para ver si sería capaz de terminar una Maratón... ¡EL SUEÑO DE TODA MI VIDA! Tras esta decisión me empezaron a venir sensaciones de todo tipo... Además, se empezaron y aun están produciéndose cambios de vértigo respecto a amistades, etc. (Me viene ahora mismo a la cabeza, cómo a veces nos empeñamos y perdemos energía en dar vueltas a cosas para mejorar situaciones, etc..., cuando escuchando y haciendo lo que de verdad te dicta el cuerpo, ellas solas se van poniéndose en su lugar... Es muy curioso ir detectando y viendo estas cosillas... :-))
En los inicios por este parquecín, mi vecino era quien tiraba de mi en un principio. Yo salía ilusionada para obligarme a hacer ejercicio, para cuidar el tipín y que no me saliera barriga ni celulitis... jajaja, pero poco a poco se fue conviertiendo en algo más..., y lo del físico comencé a dejarlo de lado. Empezaban a llegar a mi cómo nuevas sensaciones en cada salida y cada vez me gustaba más abrirme a ellas ¡¡y darles la bienvenida!!: sentir las pisadas por la tierrecilla del parque, hierba, dejar llegar el susurro de las hojas de los árboles cuando las movía el viento, ver a los padres con los niños-as peques y sentir una alegría como especial... Sensaciones que quizás a los ojos de alguien que no corre pueden parecer sencillas y normales, pero los que corremos, como que las percibimos de otra manera... Yo cuando ando, me he dado cuenta que lo que siento no tiene nada que ver a cuando corro...
Pues en esta edad (18-21), cada salida, cada pisada, era una ¡¡ALEGRÍA!!, y aunque repetía un circuito todos los días con varios pirulos, no me cansaba de él, todo lo contrario... Cada día era una aventura... En invierno, estábamos los de siempre. L@s que durante el resto del año habíamos trotado por él, cuando llegaba el buen tiempo, la primavera..., y alguien diferente venía, sabíamos su historial solo con echarle un vistazo de arriba a abajo...: si estaba empezando, si venía para quitarse kilitos cogidos en las vacaciones de verano...
Casi todos los corredores-ras que aquí trotaban eran de fondo: medias, maratones... A mi esto me fascinaba y les tenía gran admiración, pues veía como algo muy trabajoso el terminar una media y una Maratón, algo IMPOSIBLE para mi... A los que me comentaban que habían terminado alguna, les tenía como DIOSESSS!! En fin, que se me caía la baba cuando les escuchaba hablar de ritmos, carreras... Ahora recordando esto, y ver que he terminado dos, me viene una satisfacción ufffff, increíble...
Pues ahora de vuelta, mis trotes están casi siempre por Vicalvarock al que he cogido también un cariño muy especial, pero estos recuerdos por el pequeño Paraíso, han sido el gran motor para volver, mi base, me dan muuucha fuerza...
Al pensar en todo esto, me viene como ya he dicho muuucha alegría y satisfacción y cuando miro hacia delante, veo un camino muy claro... CORRER.
Buen resumen... pero siempre lo mejor está por llegar, BALA... a seguir de igual forma...ya sabes CORRER ES UN ESTILO DE VIDA, JE.
ResponderEliminarUN BESIN.
Por cierto MUCHAS FELICIDADES!
ResponderEliminarMe ha gustado tu bonita historia, sigue así como una princesa en el Paraíso...
ResponderEliminarQue sigas manteniendo esa ilusión y esa fuerza durante mucho tiempo... Correr es realmente una forma de entender la vida.. Felicidades..!!
ResponderEliminarBonita historia, no pierdas esa memoria y las ilusiones.
ResponderEliminarBesos
que preciosa entrada, si es que es una pasada leerte, que bien escribes
ResponderEliminarPor más que intentamos explicarlo a "los otros", es muy difícil que entiendan todo lo que nos da correr. En cambio aquí, es tan gratificante leer las historias personales de cada uno... Entradas como esta seguro que animan a mucha gente que está empezando.
ResponderEliminarEntrada con pasión, por cierto felicidades.
ResponderEliminarEn las fotos del blog se ve claramente que el Paraiso va contigo.
Qué bonita entrada Raquel! a seguir disfrantado del paraíso
ResponderEliminarLo más importante es disfrutar con lo que haces y está claro que te lo pasas en grande así que ánimo y que sigas muchos años más
ResponderEliminarNo pierdas nunca esa ilusión, guapa!!
ResponderEliminarPrecioso Raquel!!!! recordar es vivir!!! y tener esos bellos recuerdos es una gozada!
ResponderEliminarA seguir disfrutando como siempre lo has sabido hacer!
bss
Tania
Javi: Gracias siempre por los ánimos :-) y por la felicitación!!
ResponderEliminarJaime: Gracias Jaime :-)), qué bonito comentario.
Carles: Gracias mákinaa :-)) Sin ilusicón, no hay motor...
Jonhey: Me alegro que te haya gustado :-) Besos.
Jan: Bueno Jan..., más que escribir bien, sentido... Besos.
Isidro: Si que es gratificante Isidro. Al leer a l@s demás amig@s que comparten esta bonita aficción te metes en su pellejo porque sus sensaciones también las vives tú...
Olga y Alfon: Gracias. Al blog me dio por ponerle verde... jajaj Besos.
Celina: Graciass Celi :-)
Raúl: Disfrutar, qué bonito Raul, que lo tengamos siempre presente :-)
Klass: :-))
Tania: Gracias Tania :-)!! Besoss.
Inmensa en todos los sentidos, compañera y amiga.
ResponderEliminarInmensa. Nada que ver con tu estatura. Engañas y mucho.
Yo también soy feliz por conocerte.
Un besazo.
Bonita historia.
ResponderEliminarUn saludo,